No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Los contratiempos, las personas que te inquietan, te ponen
de los nervios, también aquellas que todo lo enredan, están ahí, es inevitable, y aunque lo afín
atrae a lo afín hay veces que sin comerlo ni beberlo te tropiezas con esto.
Si es así, tómatelo con calma y admítelo como una
prueba para tu diario ejercicio mental,
físico y espiritual. De nada sirve ponernos nerviosos, de mala sangre, o irritados, ya que salimos
perdiendo, perdiendo armonía, energía y salud.
Sonríe y decreta, ya lo vi, ya aprendí de esto, de esta
realidad, a veces hay que transitar por la densidad para llegar a la luz.
©LUHEMA
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