No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Una actitud…
Con mi silencio sé
que he calmado situaciones y también
cerrado puertas. Desde mi silencio y soledad también he tomado decisiones que difícilmente revocaré, no por orgullo ni por soberbia o vanidad,
sino porque recuperar el poder tiene que
ver con el respeto hacia uno mismo y, en ocasiones uno
tiene que desprenderse de situaciones y de personas que nos roban demasiada
energía.
©Luhema
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