No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
REFLEXIONES:
Como cada día al despertar y estando aún en la cama, tomo consciencia de mi cuerpo, de mis impulsos, de mis pensamientos que la mente agita apresuradamente con toda la lista de; “hoy tengo que hacer esto o aquello”. Pero al instante tomo el control sobre la mente y sé que debo aquietarme de nuevo, agradecer, amar a mi entorno; la Tierra , la familia, los conocidos, los amigos, los que están por llegar y, amar a los que se fueron, amar lo que tengo e incluso amar la enfermedad o ese dolor que siento.
Amanece y la consciencia toma el timón de mi vida, porque así lo elegí yo al aliarme en el marco de la verdad y el amor, en el lado de la luz. Y aunque la vida me obligue a ir contra reloj, me tomaré mi tiempo antes de actuar, de decidir, de hablar. Me protegeré de mis propios obstáculos que un día creé por inercia, por apariencias, por empatía, por arquetipos de una sociedad, y evitaré caer en ellos porque siguen ahí acechando (la crítica, el juicio, los prejuicios, el qué pensarán de mí, los debo hacer por… ) Porque hoy sé que ya no me sirven más que para seguir anclada en el dolor y el sometimiento. Y como cada día decido liberarme de ellos.
Hoy vuelvo a recordar que yo soy una guerrera de la luz, y aunque hay momentos que percibo mi sombra interior y la de los demás, y aunque sienta miedo o tristeza, sé que soy la única que puede, a esa emoción, alimentar, darle fuerza o quitársela.
La única armadura como guerrera que soy y que quiero ponerme hoy es la de apostar por generar empoderamiento para detener todo acto de manipulación (gente tóxica, chantaje emocional, apegos insanos,…) que entorpezca el caudal de creatividad y amor con el que se alimenta el flujo de la vida.
Por eso hoy y antes de salir de la cama me lanzo a la vida con una sonrisa, aunque cueste, pues ya tendré puesto mi vestido de luz que me protege y me nutre ante el sinsentido que muchas veces tiene la vida.
Y cuando llegue la noche haré balance y reforzaré ese traje de luz para el día siguiente y veré si flaqueé en algún momento, porque como dice Paulo Coelho a veces el guerrero recibe golpes , es ingenuo, pero el guerrero sabe que es mejor estar en la luz aunque se pregunte ¿valdrá la pena tanto esfuerzo?...
©Luhema
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