No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
ASÍ JUEGA NUESTRO INCONSCIENTE.
Casi sin darnos cuenta
vamos por la vida haciendo juicios de valores, quizá porque todavía “pesa
sobre nuestras espaldas” el sentido de separación, de individualidad almica, y
todo aquello que rechazamos provenga de la luz o de la oscuridad, los defectos
de otra persona, las manías, lo que no soportamos y por supuesto también cuando no digerimos la
luz de otra persona, su alegría, su don, etc…, se manifiesta indirectamente en
nuestro entorno más cercano para ponernos una vez más a prueba.
Está claro que lo que rechazamos sube a la superficie de
manera feroz, imparable e implacable, y todo para ver si de una vez por todas
somos capaces de darnos cuenta que tenemos delante de nuestras narices un nudo
energético que nos está apretando fuertemente y que nos mantiene esclavos y
cautivos en un extremo de la realidad, y que claramente marca el camino del
dolor, la desesperación y por supuesto y a consecuencia de ese sentimiento de
negación sobreviene la enfermedad.
Somos nosotros quienes por medio de nuestra negativa vamos
alimentando ese elemental que se volverá más y más poderoso impidiéndonos que nos manifestemos con todo nuestro
potencial y creatividad, e imposibilitará que todos nuestros proyectos puedan
materializarse.
Cuando en ese microsegundo en el que aparece el juicio
seamos capaces de entender por qué constantemente sale a nuestro encuentro esa
situación tal vez disfrazada en una persona, en una actitud, en un gesto, y seamos capaces de mantenernos centrados en
medio de ese huracán de emociones que tambalean la mente y podamos abrazar la situación y descansar en nuestro
propio corazón, nos convertiremos en uno, habremos traspasado la frontera de la
ilusión, ya que luz y oscuridad siempre
crean conciencia inmediata y entonces habrás desvelado una de las reglas del
juego de la dualidad.
¡Acaba de una vez con tus conflictos internos y que tu
inconsciente se vuelva consciente!
©Luhema
Es verdad todo lo anterior y muy difícil ligrarlo, aunque no imposible.
ResponderEliminarGracias, me encanta como escribes.
Así es, Valle Verde, es difícil pero no imposible, ahí estamos intentando siempre estar y ser conscientes de cada acto en nuestras vidas.
ResponderEliminarUn saludo muy afectuoso !!
Begoña Luhema