No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Los nakkals eran los
sacerdotes internos del antiguo continente de la Atlántida con un nivel de
conciencia muy elevado, así lo recuerdo. Ellos eran soñadores vivientes que
creaban la realidad exterior a partir de los sueños de sus corazones, así que
os podéis imaginar el grado de amor que tenían.
¿Os podéis imaginar que cuándo
visualizamos, cuándo enfocamos nuestra esencia hacia un bien común, cuándo
nuestro Yo Soy se presenta, estamos de algún modo siendo soñadores vivientes a
partir de los sueños de nuestro corazón, corazón que está conectado con la
unicidad?- Pues sí, en realidad es así.
¿Y por qué ahora os hablo de esto, de este
tiempo; la Atlántida”, que muchos creen que no es demostrable que existiera,
pero que cada vez más y más gente recuerda? -Pues porque todo esto está muy dentro de nuestros
corazones y lo sentimos como real ya que el tiempo es cíclico y cuando se
debilita el campo magnético de la tierra es más accesible recordar esas líneas
del tiempo especialmente vinculadas con
nosotros y con el cambio de consciencia.
Ahora podemos comenzar a crear nuestra realidad, quizá no desde
el conocimiento tan depurado de los nakkals, pero sí recordando dónde se halla
ese potencial de co-crear. Es como si
ahora tuviéramos acceso al secreto mejor guardado si saltamos la barrera
de nuestra mente y comenzamos a vibrar desde nuestro corazón, si comenzamos a
respirar desde nuestro corazón, si comenzamos a sentir que todos somos uno. Y
cuando esto ocurra nuestro nivel de consciencia hará cambiar nuestra realidad exterior y por
consecuencia también cambiará nuestra
realidad interior
Estamos justamente en ese borde de recordarnos a nosotros
mismos ahora.
©Luhema
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