No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Lo primero que nos llega de los demás es su apariencia, y
los juicios impiden ver lo bueno que hay tras esa fachada.
Tras la apariencia, se encuentra el “Ser” el verdadero “Ser”
. Cuando vas más allá de eso, de la apariencia, de lo que ves a simple vista,
la perspectiva cambia, y se entra en otra dimensión, la mente se amplia, el
corazón se expande y la transparencia aparece.
Ver los defectos en los demás y también ver las virtudes sin
entrar en juicios de valor, es ver al ser humano en su camino de vida, en su
aprendizaje y en el tuyo. Todos tenemos defectos y virtudes, todos estamos
dentro de este proyecto de vida. Dejemos a un lado la apariencia, la
superficialidad y adentrémonos porque hay más, mucho más…
©LUHEMA
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