No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
EL SOL.
Todo comienza a
verse distinto cuando despunta el día y aparece el Sol. “La luz”.
Desde ese mismo
instante que sale el Sol naciente de un nuevo día, el mundo físico
despierta y comienza a percibir la
verdadera realidad de las cosas, la lucidez, el color, el calor.
A todos nos ha
gustado ver algún amanecer porque se enciende la chispa divina en nuestro
interior y te aproximas más a la divinidad, a la luz. Y desde el instante que
la claridad del Sol empapa todo tu ser, aumenta la consciencia en el hombre.
Bañarnos del Sol
al amanecer, es hacernos conscientes de
la luz que emana del interior.
Bañarnos del Sol
al amanecer es limpiar los miedos.
Bañarnos del Sol
al amanecer, es terminar con las corrientes que amenazan la paz interior.
Bañarnos del Sol
al amanecer es haber pasado el tránsito de la muerte y haber renacido de nuevo.
Cuando contemplas
un amanecer, es que nace un nuevo día y
tú eres testigo de ello.
©Luhema
¿Has pensado en el
Sol como referente para comprender mejor
el tránsito por esta vida?
Una de las cosas más bellas que tiene el vivir, es poder contemplar la salida o el ocaso del Sol. Son instantes altamente
mágicos y beneficiosos para nosotros, para nuestra alma. En esos momentos justos de contemplación del astro rey nos
desprendemos de todos nuestros traumas, miedos, pequeñeces que nos agobian y
vemos la grandeza, lo sublime, lo importante de la vida fuera de nosotros y dentro
también.
Su aparición por el horizonte nos remueve por dentro de forma ordenada
porque enciende nuestra chispa divina y se adentra profundamente a nivel celular, descodifica nuestras memorias, levanta el
velo, saca a la luz la verdad, lanzando rayos tibios de luz sobre nuestros miedos más
oscuros.
El Sol es fuente de vida y de información. El Sol es el
verdadero diseño de la perfección del plan divino. El Sol es una manifestación suprema, un ser de luz
plenamente consciente, y está explotando en un gran éxtasis espiritual.
El Sol influye muchísimo en nuestro desarrollo del ADN, por
lo tanto en nosotros, en nuestras emociones, en nuestro estado de ánimo, es la
vitamina D-e la vitalidad, del renacer y de esto ya éramos sabedores ¿sí? Pero
no nos olvidemos que es fuente de vida,
de toda vida que hay sobre el planeta Tierra.
Se está hablando mucho del astro rey ahora en estos tiempos,
y es muy normal, ha habido muchas épocas en las que el Sol ha cobrado una relevancia especial, mística y ha sido el
referente en muchas civilizaciones
antiguas como el padre, el creador. Y es
que el Sol tiene una conciencia. La
inteligencia se diseña a sí misma en forma de luz, por eso el Sol es luz,
información.
El Sol es testigo de la historia de la Tierra y de cada uno
de sus habitantes.
Tu sol interior y la gran consciencia son lo mismo. Cuando tú no eras, él ya sabía de las glaciaciones, de los diluvios, de los
desiertos, de las montañas, de los vegetales. En el Sol no hay sólo gases, hay
mucho más y es por eso que la cultura egipcia
y maya lo veneraba.
El Sol nos está despertando
la conciencia de la unidad, nos está activando a nivel celular y esto lo
sientes, pero hasta ahora no lo habías notado con tanta intensidad, así que; establece una conexión interior con tu sol
y el Sol que ilumina cada día, él sabe de cada átomo, de cada pensamiento y de
cada sentimiento. Mantente conectado con esa inteligencia y él te dará más” vida” y más entendimiento.
©Luhema
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