No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Artículo destacado en noviembre de 2010 en el portal literario de Letras y Algo más
Y nos vimos, y nos entendimos y conectamos y, nunca más pudimos separarnos.
REFLEXIÓN ANTE UNA MUJER BEREBER
Es tiempo de mujer, de verdades, de miradas claras, de voces retumbantes.
La tierra las engendra fuertes, compensadas, reservadas, curtidas , finas y, suaves como pelo de camello.
El fuerte Sol Africano acaricia su piel para que luzca dorada como el grano más brillante de la fina arena desértica y se vuelven camaleónicas cuando el Sol se inclina y nace la luna. Esa luz plateada de luna es mujer y es, cuando la femenina mirada bereber se transforma en clara mirada de ojos azules, azul que refresca la noche en el desierto y alivia los fuertes rayos solares del día coloreando de brisa el fuego africano.
Mujer amazigh, sabia y profundamente religiosa, sonriente y de transparente mirada serena.
De su ojos nace la esperanza de una mujer bereber, sabia por lo que oculta, sabia por lo que ofrece, sabia por su ancestralidad, sabia por su conciencia silenciosa .
Mujer de ojos azules, el cielo en la arena, cuarzo azul africano, ojos que recuerdan las largas travesías por los desiertos. Ojos índigo. Ojos azules..., ella no tiene nada que decir , ya todo lo dicen sus ojos.
LUHEMA.
Introducir el espíritu de otras personas en nuestra vida nos da más ojos para ver… y nos permite superar nuestros límites.
(Sobonfú Somé)
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