No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
¿Has pensado en esto? ¿Cuál es tu primer pensamiento después
de despertar? ¿Cuál es tu
sensación? ¿Reflexionas? ¿Sonríes? ¿Das
gracias por despertar y ver un nuevo día? O tal vez empiezas a pensar en el día
que se te espera como un martirio
lleno de obligaciones, sinsabores,
etc…,y vuelvas a preguntarte, ¿veremos cómo va el día de hoy?
Quizá seas de las personas que comienza el día con quejas…, me duele esto o aquello,
en fin… hay muchas maneras de despertar
al nuevo día, tantas como personas hay. Ahora bien, voy a contarte un secreto
que tú también sabías y que seguro has olvidado, se trata de “La reconexión de
amor”.
¿Sabes lo primero que hay que hacer cuando se levanta
uno del reparador sueño? Estoy
convencida que lo sabes, lo único que ocurre es que se te ha olvidado,
porque en un tiempo muy lejano te
dijeron que eso no servía de nada. Y desde ese momento que alejaste de ti ese
sentimiento de reconexión de amor, comenzaron verdaderamente todos los problemas de falta de autoestima,
falta de valores, negación, desarmonía, saturación de pensamientos nocivos,
preocupaciones etc…
Y hoy voy a hacerte recordar, verás como todo puede comenzar
a cambiar con esta práctica simple pero llena de intención.
Cada día, día a día,
hazle saber al amanecer, a la luz del día “El Sol” que estás consciente del
Ser, de ti. Fúndete con su luz, él ya estaba ahí antes de que tú estuvieras, y
seguirá estando cuando tú no estés en el plano en el que te encuentras ahora,
por eso deja que te inunde por
completo con su suave caricia y hazte uno con él desde el centro de tu corazón
hasta el centro del astro rey, nuestro sol espiritual, y después saluda al
mundo visible, a los árboles, a los
animales, a los vegetales, a los minerales y también hazte uno con todo ello,
con lo visible, con lo invisible. Este acto de amor es reconocido en todo el
universo y hace de espejo para tu realidad presente, para tu día a día,
insuflando el mismo amor y reconocimiento hacia ti.
Es por este simple acto de reconexión de amor, que todo tu
ser se llena de información y así
comienzas el día vibrando en fraternidad
organizada de amor, con esto, cada célula de tu ser se impregna de orden, armonía, conciencia y
expansión dentro de los patrones que hacen que la vida exista en comunión con
el “Todo”, de este modo tu día comienza desde otra perspectiva que hace que tu
ser no se sienta desunido, por lo tanto desprotegido ante las adversidades o
ante los pensamientos de destrucción que durante tanto tiempo hemos ido
almacenando y alimentando, al estar desconectados de la fuente de amor, del
cosmos, de la madre Tierra y lo peor, de nosotros mismos.
Es mediante este trabajo del corazón en unión con la fuente que nos nutre, que cada día
iremos fortaleciéndonos y brillaremos como portadores de luz que somos y
reflejo del padre.
Os dejo aquí parte del fabuloso himno a Atón , un canto de
amor que dejó el antiguo Egipto . El más
largo de estos himnos a Atón ha sido señalado como similar al Salmo 104 a Yavé
escrito siglos más tarde.
Espléndido te alzas en el horizonte,
Oh, Atón viviente, creador de vida!
Cuando amaneces en el horizonte oriental,
llenas todas las tierras con tu belleza.
Eres bello, grande, deslumbrante,
elevado sobre todas las tierras;
tus rayos abrazan las tierras,
hasta el límite de todo lo que has creado.
Porque siendo Ra, alcanzas sus límites ,
y los has doblegado para tu amado hijo;
aunque estás lejos, tus rayos brillan sobre la tierra,
aunque cualquiera sienta tu presencia, tus rayos son
invisibles.
Cuando te pones en el horizonte occidental,
la tierra queda en tinieblas, como en la muerte;
todos yacen en las habitaciones, sus cabezas cubiertas,
un ojo no puede ver a su compañero.
Ellos podrían ser despojados de sus propiedades,
aunque estén sobre sus cabezas,
la gente no se daría cuenta.
Todos los leones salen de sus guaridas,
todas las serpientes muerden ;
la oscuridad se cierne, la tierra está en silencio,
así como su creador descansa en el horizonte
©Luhema
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