¿DE DÓNDE VIENE MI FORTALEZA?

¿DE DÓNDE VIENE MI FORTALEZA? ¿Te lo has preguntado alguna vez? Se podría decir la frase hecha de: ” se sacan fuerzas de flaqueza” y tiene mucho sentido. Piénsalo. 

Yo misma y seguro que vosotros también lo habréis comprobado, no erais conocedores de la fuerza interior que tenías hasta que no os visteis en una situación complicada, en esos momentos es cuando se sacan fuerzas de flaqueza, o de no sabemos dónde, pero eso que nos sobreviene es intensísimo. 

Siempre me he preguntado este tipo de cosas… siempre he indagado para encontrar respuestas… Unas veces las he encontrado, otras no, pero como se suele decir, siempre tengo más preguntas por hacer y sólo sé, que no sé nada… Pero me encanta investigar los caminos de la psique y del corazón, por eso me atrevo a contar, a expresar lo que siento, lo que me llega desde muy adentro… por eso me pregunto: 

¿De dónde nos viene o sacamos el impulso para salir adelante? 

El hombre es un superviviente nato, su naturaleza instintiva, primitiva hace que venza en numerosas ocasiones las adversidades, contiene un impulso y una fuerza innata que no sabemos bien de dónde viene, si de su mente, de su cerebro primitivo, de su corazón, de las emociones que lo incitan, o todo ello conforma el numen que le da el ánimo. 

No nos olvidemos de algo importante… Hay una quintaesencia en la fuerza, y ésta radica en un espacio, por ubicarlo en un lugar hipotético, que quizá porque vivimos una vida edulcorada, un tanto artificial y desconectados de la verdadera realidad, no hayamos descubierto y profundizado en ella y en su poder. Me explico; hay muchos momentos en la vida que nos pueden crear desconcierto, en los que nos pueden flaquear las fuerzas. ¿Y de dónde nos viene o sacamos el impulso para seguir adelante en la vida?… Cada persona busca sus puntos de anclaje en aquello que considera válido para poder reconfortarse, avanzar y plantar cara a las ráfagas de vientos arrasadores. Unos se apoyan en la fe a…, otros en Dios, otros en ellos mismos y en su fuerza mental, otros en las personas queridas, en hijos, en padres, en hermanos, otros en los ancestros, otros buscan cobijo y fuerza en sus aficiones, en leer, en pintar, en escribir, en aquello que les aporta bienestar… ¡Perfecto! Hay muchos estímulos internos y externos que el hombre ha desarrollado para poder sobrevivir y sobrellevar los embates de la vida. 

Pero hay una grandeza mucho mayor en el centro de la psique-corazón, que mucho tiene que ver con la fortaleza que utilizamos y que sacamos a la luz cuando nos vemos en un momento crítico o desesperado. Una fuerza que muchas veces no sabemos explicar cómo y de dónde nace, y que aparece vestida de muchas formas distintas; Unas veces es visceral, pura energía y otras es un bálsamo, así que surge en forma de calma cuando es necesaria, en forma de superación, de aceptación, a modo de consolación, de coraje… Y no es hasta que nos vemos en una situación determinada, que nos damos cuenta, que en realidad somos más fuertes de lo que creíamos ser. 

Ese impulso es la fuerza espiritual, que nada tiene que ver con la religión, con las creencias, con los arquetipos, con lo fundado o infundado. La fuerza espiritual es la quintaesencia que todo lo llena. La fuerza espiritual procede precisamente del espíritu, porque recuerda que, “somos espíritus viviendo una experiencia humana”. Esa energía proviene de nuestro interior, de nuestra unicidad con “el todo”, con todas las fuerzas que nos componen como espíritu humano que son estas; La del corazón (Ib), la fuerza vital (Ka), la fuerza anímica (BA) la fuerza espiritual (Aj) la identidad espiritual (Ren) La sombra (Sheut) , y atiende, se genera cuando actuamos conforme a nuestra naturaleza superior. El tener fuerza espiritual es tener la capacidad de superar de manera extraordinaria los retos que la vida pone en nuestro camino. 

La fuerza espiritual tiene su base y su fuente en el AMOR. Así que resumiendo, esa fortaleza es la chispa que nos hizo valientes, es la chispa que nos trajo a este mundo y es la chispa que también nos llevará de regreso a casa. 

©Luhema