No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Vigila qué tipo de conversación mantienes contigo mismo. Lo
digo por esto. Voy a contarte una cosa. Nuestro sistema inmunológico está
siempre a la escucha de nuestros monólogos, pero ahí no queda la cosa, éste,
reacciona a todo ese diálogo emocional interno que estamos creando y sintiendo, y entonces nuestro cerebro segrega
una sustancia que carga a cada bacteria, virus, hongo, parásito
de una información concreta .
Todo lo que
pensamos tiene consecuencias. Si creías que los virus, las bacterias etc… etc…
son los agentes que nos conducen a la
enfermedad y los grandes temidos, ya te
digo que nuestros enemigos más
virulentos y que potencian a los virus y a las bacterias, son los pensamientos
y las palabras que generamos día a día.
¿Qué pensamiento, sentimiento vas a generar ahora, que ya
conoces esto?
©Luhema
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