No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
No nos engañemos,nunca podrá haber un florecer espiritual en un entorno
competitivo en el que, juzgamos, nos sopesamos y medimos constantemente por lo
externo, por lo que conseguimos, tenemos
o por las apariencias más que por
la esencia que es y habita en cada ser . Y lo sabes, sabes que
de este modo nunca podrás encontrar la profundidad y el sentido de tu razón de ser y vivir, ya que su vertiginosa espiral te descolocará de tu centro. Del verdadero
sentido de la vida.
© Luhema
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