No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
No siempre podemos decir que tenemos control pleno de nuestras emociones, sobre todo en momentos de irritabilidad, estrés, o también en las actitudes que provocan en nosotros otras personas … Por eso, y si queremos mejorar esos impulsos, esas reacciones que tenemos , hay que comenzar por aprender a ver en qué instante y por qué llega a nosotros todo ese torrente de energía desarmonizada. Hay que darse cuenta, manejarla y mantenerse alerta a los pensamientos que generamos y que desde luego, van ligados a lo que percibimos proveniente de lo externo y de lo interno, y a partir de ahí discernir, posicionarse desde la distancia, vamos; lo que hemos dicho siempre; es importante contar hasta diez o cien. Y poco a poco hacer cambios hacia conductas deseadas para no acrecentar nuestro cuerpo del dolor.
©Luhema
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