No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Se prescinde de algo sólo cuando llega a ser tan doloroso que no se puede continuar con ello.
Osho.
(Esta frase está extraída del libro "El libro del ego, liberarse de la ilusión" de Osho)
Dejemos de aprender por dolor y aprendamos por amor...
Es evidente que los
apegos pueden llegar a ser adictivos
cuando se convierten en la única razón
de vivir y se puede ser adictivo a infinidad de cosas que nos pasan desapercibidas y también a personas, a recuerdos estancados, a
creencias, al pasado, al pesimismo, al
trabajo...
Aprendamos a querernos
porque esa es la base de una vida en armonía, desprendámonos de los
apegos que en el fondo nos atan al dolor.
Recuerdo que en la primera temporada de radio de “El mundo
de las trece lunas” hablamos de este tema LOS APEGOS, y os dejo el programa
para que lo escuchéis.
Ahora que estamos terminando el año, y en el que todos nos hacemos nuevos propósitos pensar en esto ; en los pegos, en lo que nos ata y cómo liberarnos, sea fundamental para dar un paso adelante en nuestra evolución personal y elevar nuestro estado de consciencia.
Ahora que estamos terminando el año, y en el que todos nos hacemos nuevos propósitos pensar en esto ; en los pegos, en lo que nos ata y cómo liberarnos, sea fundamental para dar un paso adelante en nuestra evolución personal y elevar nuestro estado de consciencia.
Reflexiona y hazte por ejemplo estas preguntas:
¿Sigo manteniendo conscientemente eso que me produce malestar o me hace daño? .
¿Por qué sigo consintiéndolo?, ¿qué ocurriría si lo dejara ir?
¿Sigo manteniendo conscientemente eso que me produce malestar o me hace daño? .
¿Por qué sigo consintiéndolo?, ¿qué ocurriría si lo dejara ir?
Sé amable y claro contigo mismo. Sincérate. Revisa todo lo
que necesitas sanar y, liberarte.
TE RECUERDO UNA COSITA; El amor, el verdadero poder interior del que están hechos los guerreros no se basa en la amargura, ni en sostener el dolor, ni en vivir en un resentimiento y tampoco en el olvido. El poder se deriva en ser claros, en expresar nuestra verdad, en conocer quiénes somos, en observar el juego de las manipulaciones, las traiciones para poder invertir esa energía en sabiduría y conocimiento. Aprendamos a decir adiós a las cosas, inclusive a las personas y a los lugares que nos ayudaron para luego seguir adelante.
©Luhema
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