No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
En un solo minuto se comprende la vida, no hace falta mucho más. Qué sencillo. ¡Comprensión acerca de la vida!.
VIDA.¡Qué experimento!
Dejemos que la vida se vaya sucediendo día a día, momento a momento, con cierta lentitud. Somos tan impacientes que deseamos que todo suceda “ya”, y así se pierde el encanto.
Dejemos que tengan espacio, la risa, la contemplación de la naturaleza, el amor, las palabras de un amigo, la lectura de unos versos, el paseo por la playa, y así quizás podamos encontrar el minuto preciado donde la paleta de colores de la vida pueda abrirse como abanico para enriquecernos con la armonía. Esto es un privilegio del que podemos gozar, ¡se te olvidó!, ¿verdad? .
Eso es paz, eso es vida y vale todo el oro del mundo.
¿Cuántos minutos hay en los que nos sentimos tan estresados, tan preocupados que nos creemos abandonados, desolados y desconectados de nuestra naturaleza divina?
- Es tan tremendo este estado que olvidamos que tenemos la solución a todos los problemas. Perdemos la calma, nos invade el desequilibrio y parece que todas las circunstancias adversas salgan a nuestro encuentro como si las imantáramos, y esa cadena de pensamientos negativos se vuelve contra nosotros de manera clara, y cuando estamos desbordados pedimos auxilio como buscando culpables diciendo: “el trabajo no me deja”, “las obligaciones no me dejan”, “tal o cual cosa no me permite, no me entienden, no puedo” y la espiral del “no” pierde la noción de la única realidad, y la realidad es que eres tú mismo el que no te permites salir del vertiginoso laberinto de negación y desesperación.
¡Sal de ahí! Vuelve a encontrar ese minuto para disfrutar de un café, de un amanecer, de una canción que suene en la radio, de lo que te haga ser tu mismo, en fin, de lo que quieras .
En un minuto puedes entender de qué se trata la vida, y entonces sonreirás. ¡Seguro que lo harás!
© Luhema
Extracto del libro "Ser de Luz , los escritos de Luhema
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