No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Cultiva una perla, no cultives el rencor.
Cultiva en tu interior una perla, haz que nazca algo bello del dolor, no
cultives resentimiento, y deja que la herida cicatrice. No la alimentes con el dolor que
sientes.
Sé que te han herido
con palabras.
Sé que sufriste duros golpes.
Sé que te sentiste traicionada y sola.
Sé que viviste momentos duros.
Pero fíjate, una ostra que no fue herida no produce perlas.
Cuando un grano de arena, una sustancia indeseable, invade
la ostra, las células comienzan a trabajar cubriéndola de capas y capas de
bello nacar.
Haz lo mismo, cubre de amor, de paciencia, de aceptación todo lo que te ha producido dolor y cultiva tu
propia perla, deja el pasado atrás…
Hay muchas ostras sin
perlas, no porque no hubiesen sido lastimadas, sino porque no supieron
comprender, perdonar y transformar su dolor en amor.
Ahora cuando lleves
perlas sabrás que ellas son el fruto de un herida curada con mucho amor.
*Un ser querido me regaló una cajita pequeña, preciosa, con
forma de ostra. Recuerdo que me dijo, es inevitable el sufrimiento, ya me
gustaría que no lo padecieras, pero es la forma en la que en ocasiones se manifiesta
la vida, aunque voy a desvelarte un acto
mágico que hará que tu proceso de sanación del dolor se lleve más armónicamente.
Cuando sufras por cualquier causa, hazte con una perla, guárdala
en esta cajita y cuéntale tu pesar, cierra la ostra, cógela y acércala a tu
corazón todos los días y proyecta todo el amor que puedas hacia la perla que guarda
tu tristeza y dolor hasta la próxima luna llena.
Hazlo tantas veces como lo necesites
hasta que hayas sanado. Se produce el milagro, no lo dudes. Después guarda esa
perla o llévala encima como insignia de transmutación. Es un acto psicomágico .
Y sí, así hago yo
cada vez que lo necesito.
No te desanimes, una herida la puedes convertir en una perla.
La herida es el lugar por dónde entra la luz.
Rumi.
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