No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Por una conversación que he tenido este fin de semana quiero
compartiros este concepto. Es el
siguiente y el que yo prefiero;" *”Creer para ver” que, “ver para creer”*
Y no es que yo crea a pie juntillas todo lo que se ponga
ante mí, pero sí siento que hay fuerzas
intuitivas, invisibles que percibe el ser humano, que están ahí, y de
manifiesto pongo a la física cuántica que intenta explicar el mundo de las partículas
que aparecen y desaparecen durante el llamado quantum de tiempo. Estamos
condicionados a creer que el mundo exterior es más real porque lo vemos, pero “el hecho de ver” tampoco garantiza la certeza
absoluta de que existe de la forma en la que se expresa, ya que nuestros sentidos físicos continuamente nos engañan.
Tienes que creer en ti para ver realizados tus sueños,
tienes que creer que puede existir otra alternativa, otra posibilidad para que
ésta se presente. Tienes que creer que tú puedes. Tienes que creer que existen
infinitas posibilidades y así podría seguir…
Sé que mucho del escepticismo viene dado porque nos han
hecho creer o estudiar la historia según la han escrito los vencedores, una
historia no del todo cierta, nos han
hecho creer en una religión que se
contradice, nos han hecho creer en un dios o en unos preceptos caducos. A
efectos sociales y políticos nos han hecho promesas que no se cumplen, etc…, por eso un gran número de personas se sienten
engañadas, han cerrado la puerta a su mente más intuitiva y la han abierto de
par en par a lo más racional en la que se exigen a sí mismos este concepto; “primero
ver para después creer”. Eso es o se
llama desconfianza, caminar por la senda de lo materialmente visible para no dejar que la magia se haga en uno, se
haga en ti, que la sincronicidad se presente y no la reconozcas. Para mí es
dejar fuera de cobertura a tu ángel y prescindir de todas las infinitas señales
que están ahí para ayudarnos.
Aunque estoy
convencida que aquellas personas que dicen “Si no lo veo no lo creo” en un
momento determinado de sus vidas se les presentará una
disyuntiva con este término que las pondrá en jaque y que “hará tambalear sus creencias” así que,
tiempo al tiempo…
No quiero caer en el tópico de la fe, pero no está de más
recordar esto: “bienaventurados los que
no vieron, y creyeron" (Jn. 20:28-29).
Fe. Creer en nosotros mismos, en lo que somos y en los
talentos que tenemos, en el talento de las personas, es sinónimo para que un
día podamos ver lo que hemos creído
©LUHEMA
Comentarios
Publicar un comentario