No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
No es una paradoja. Claro está, vives porque tu corazón late. ¿Pero de qué forma vives? ¿Sientes la inmensidad de la vida desde tu corazón?, ¿sientes su ritmo, percibes su lenguaje?
Ya somos unos cuántos los que decidimos sonreír, vivir conforme a lo que llevamos dentro. Vivir desde el corazón para hacer de este mundo gris un mudo más luminoso.
¡Siente!..., marca tú la diferencia y verás cómo otros corazones te acompañan. Esto es contagioso ¡Vive desde tu corazón!
©Luhema
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