No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Hay dos pilares fundamentales en los que el hombre se sostiene para permanecer en equilibrio sobre todo, durante los períodos de la vida que son dificultosos, sean estos de la índole que sean. Y estos pilares sustentan por un lado la fuerza psicológica y por otro la fortaleza espiritual. Una hace que todos los puntos de vista se hagan presentes para la comprensión-acción y la fuerza espiritual los unifica para que se siga adelante con más conciencia.
*Podríamos decir que todas las cosas de la vida en esta dimensión dual, se sustentan entre las dos columnas de Jakin y Boaz, emblemas del fuego y del agua donde lo masculino activo, el yang, y o femenino , yin, alcanzan la perfección a través de la conciencia de los opuestos.
LUHEMA
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