No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
No te sientas
ofendido por este anunciado, sé que cada persona lleva consigo un mundo
interior que emana como una fuente inagotable , y no soy quién para
cuestionarlo, pero sí quiero anotar dando mi punto de vista que tanto los
dogmas, como las creencias , han hecho que se cree una frontera, ya que nos
movemos en un espacio limitado de ideas que nos impide alcanzar la verdadera
naturaleza de la experiencia de vida, que es sentir, vivenciar y aprender de la
inteligencia del corazón. Y ante todo quiero que sepas que respeto tu camino, tu fe y tus creencias.
Luhema.
¿Tus creencias son ciertas?
¿ En qué te basas, en la tradición…? ¿En tu propia
experiencia de vida?
¿Tus creencias te han
llevado hasta donde tú querías, o te pusieron freno?
Las creencias que se
adoptan normalmente las interiorizamos de forma que las sentimos como
verdaderas, crecemos con ellas y nos amoldamos a sus condiciones sin apenas
dejar espacio para cuestionarlas.
Pero muchas veces las personas más sensibles o más rebeldes
no se sienten cómodas con ellas y comienzan a preguntarse, porque en realidad,
las creencias sean de la índole que sean, se convierten en cadenas perpetuas
limitativas.
No te encierres en un conjunto limitado de ideas porque reduces tu mundo.
Piensa por un momento en qué han limitado tu vida esas creencias
adquiridas, y si ha sido así comienza a darle sentido a tu día a día de forma que
vayas empoderando tu verdad con humildad y compasión ya que durante mucho tiempo éstas seguramente,
te han acorralado, te han manipulado el
cuerpo mental, y el cuerpo emocional.
Ya te digo que la única creencia que te hará
libre es la de creer en ti, porque creer de esta forma es crear, crear tus posibilidades y crear tu armonía, salir del
papel de víctima y, verte desnudo de dogmas es dejar que tu alma te dirija por
la senda de la mágica luz.
©Luhema
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