No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
La pérdida de
control.
Perder el control es hasta sano en ciertas ocasiones, ¿quién no lo ha perdido? Pero cuando esa pérdida de control emocional se convierte en algo habitual, en reacciones en cadena y se producen a la mínima de cambio, se convierte en algo tremendamente autodestructivo, es un auto sabotaje, aparte de que quién lo sufre se ve impotente y abrumado ante ciertas reacciones.
El continuo enfado, los ataques de furia, las emociones violentas, los embates a terceros y la incapacidad para disfrutar de las pequeñas cosas de la vida, son debidos al miedo que brota como una respuesta de insatisfacción personal y contra el mundo. Normalmente estos son síntomas evidentes de que el velo etérico de uno o varios chakras están desgarrados.
En estos casos se tiene que hacer un trabajo serio y valiente, con una buena carga de aceptación, de perdón y de limpieza del pasado emocional.
Un trabajo sin lucha, sin el más mínimo rencor o autocastigo.
©Luhema
Cuanta enseñanza nos das... Gracias por mostrarno el camino. Un abrazo!
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