No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Muchas veces queremos ayudar al prójimo y caemos en el error de juzgar, de imponer, de dirigir la vida del otro, quizá porque pensamos que de esa forma se arreglan los problemas, pero en realidad nuestra ayuda sería de más utilidad y más sanadora si nos silenciáramos sin anteponernos a las circunstancias de los reproches y los, "ya te lo dije".
Sería mejor dar tiempo al tiempo para que la persona pudiera expresar su sentir sin sentirse enjuicidad, ya que más veces de las deseadas pasamos por alto este detalle y es, que la persona angustiada necesita que la escuchen, que le den afecto, porque con este sencillo acto damos a entender que de verdad se está ahí, dando cariño y apoyando cuando las cosas duelen.
Sería mejor dar tiempo al tiempo para que la persona pudiera expresar su sentir sin sentirse enjuicidad, ya que más veces de las deseadas pasamos por alto este detalle y es, que la persona angustiada necesita que la escuchen, que le den afecto, porque con este sencillo acto damos a entender que de verdad se está ahí, dando cariño y apoyando cuando las cosas duelen.
No puedes resolver los problemas de otra gente, pero puedes sentarte con ellos, escucharlos , tender tu mano, estar ahí con ternura y acariciarle el alma con abrazos que restan las penas.
De este modo iluminas la angustia y todo duele un poco menos.
© Luhema
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