No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Te propongo una cosa:
Ábrele el camino, dale la libertad, deja que marchen de tu vida las circunstancias que te obsesionan, pero sobre todo a las personas que te ignoran, las que no hicieron nada por estar contigo en los momentos difíciles, las que prefirieron mirar a otro lado, esas que sólo se acuerdan de ti cuando tienen un beneficio que sacar, porque de este modo dejarás de acarrear ese lastre pesado en el corazón y cerrarás las puertas al dolor para que otras más auténticas se abran.
Libera, no vas a perder nada, al contrario ganarás mucho.
Libéralas de tu consciencia, de tus pensamientos, de tus reproches, libéralas desde la comprensión, desde el aprendizaje adquirido, porque no hacerlo es sostener una forma despiadada de autocastigo.
©Luhema
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