No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
LA ESENCIA DIVINA QUE ERES.
Cuando uno reposa en su ser, cuando abre su corazón, cuando confía en la vida, en la Tierra que pisa bajo sus pies y el cielo que le cobija, y siente que todo lo que vive y experimenta está perfectamente diseñado para su evolución deja de haber dolor. Siempre tuvimos todas las energías del Universo en nuestro corazón.
Cuando uno ama, cuando se ama se accede al recuerdo y sabe de dónde procede, y entonces todo comienza a estar más claro, todo se calma porque sabes que el amor está en ti. Sabes quién eres y que nada ni nadie puede lastimarte, te sanas y recuerdas que hemos venido a crecer en amor, cada uno desde su situación personal. Sabiendo esto, que el amor es el motor de la vida, debes permitirte amarte y amar, recuerda que no estás amando ni amándote cuando hay crítica, juicio, envidia, cuando no sabes decir NO, cuando repites el rol de víctima, cuando se expande el miedo por tu mente… Evita hacerte daño consciente o inconscientemente. Y pregúntate en qué tipo de energía te mueves en tu día a día.
Es sencillo. Cuando la vida te duela y quieras salir de esa situación difícil, ama y perdona, y aunque no entiendas la situación; repito, ama el proceso por el que estás pasando, porque es de la única manera de elevar la vibración. Ten fe, sé generoso contigo mismo, date una tregua y deja que la vida fluya. Siente tu corazón desnúdate ante él, vuélvete como niño y no dudes en escuchar los mensajes que tu ser divino te da. Si quieres que te ayude la luz pide su ayuda, los maestros y tus guías trabajan para ti, poniéndote en el camino respuestas, herramientas, personas y soluciones, no lo dudes. Eres acompañado todos los días de tu vida.
©Luhema
Canalización de
Luhema.
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