No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Esta mañana escuchando a Adela Cortina en la Ser, me llamó la atención esta realidad, la “aporofobia”. Término que aunque no está introducido en la Real Academia de la Lengua, sí que está en Wikipedia. Adela quiso poner nombre a una realidad social con esta palabra en la que se designa este rechazo al pobre, ya sea extranjero o de nuestro país, (la tendencia a rechazar al pobre, el que no tiene salida, el sin recursos), algo que lamentablemente está viéndose cada vez más a menudo.
La compasión, la hospitalidad, es la clave de una sociedad cosmopolita, pero hay que tener la capacidad y la sensibilidad para ver que todos tenemos mucho que dar, incluso aquél que pensamos que no tiene nada que ofrecer.
Pero lo que más me ha hecho reflexionar escuchando la entrevista ha sido esta frase, que sorprendentemente yo también guardé el pasado jueves en mi ordenador de la viñeta de, El ROTO que decía: “La conciencia es un enemigo interno, si detectan su presencia avisen a las autoridades”.
Pensemos, reflexionemos, tomemos conciencia real de todo lo que estamos viviendo en estos momentos y, miremos a nuestro alrededor con condescendencia. La conciencia está muy difuminada porque vivimos de cara a la exterioridad, y entonces la conciencia se queda como muy marginada, siendo fundamental para percatarse de todo , porque sin conciencia no vamos a ninguna parte.
© Luhema
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