No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
La hierba no crece más rápido por tirar de ella.
Proverbio Africano.
Quiero hablaros de una impresión que tengo-. El exceso de información que últimamente se tiene por medio de las redes sociales y demás…, porque puede resultar “material mental tóxico”.
Estamos muy saturados de todo, vamos demasiado rápido, parece que nuestra mente está entrando en colapso, y somos incapaces de centrarnos más de cinco minutos en algo, por ejemplo; en la lectura de un artículo un poco largo o en un libro, incluso hasta escuchar a alguien que nos esté contando algo nos hastía. Queremos anticiparnos al tiempo e incluso al futuro. Esto está creando metabolismos acelerados que derivan en cantidad de síntomas por ejemplo en el mal funcionamiento de nuestro sistema endocrino. Y si somos incapaces de escuchar, de centrarnos en lo que hacemos, tampoco podemos mantener atención a los cambios y ondulaciones que nuestra mente experimenta ante lo que estamos procesando. La observación sostenida tiene la cualidad de despertarnos y liberarnos y por la misma reflexión se aprende de las vivencias de manera suave.
Quizá esta aceleración en nuestra mente se deba a que queremos abarcar demasiadas cosas durante el día, queremos demostrar o demostrarnos que somos “personas válidas” y ese automatismo sin duda alguna derivará en insatisfacción y en ansiedad, porque al final seremos incapaces de disfrutar con lo que hacemos. Pero ¡qué caray queremos demostrarnos, pregunto yo!; si somos espíritus viviendo experiencias humanas, si cada uno tiene su don especial que lo hace único. No tienes que demostrar nada, únicamente tienes que “Ser” ser con tu presencia, con tu magnetismo, con tu corazón. Y eso se consigue desde la paz. Y corriendo más que el tiempo no se logra más que un desequilibrio a todos los niveles, físico, mental y espiritual. Pero eso, ese ritmo de vida, lleno de ansiedad, de estrés, de colapso del tiempo, de insatisfacción, parece que interesa al sistema, porque así somos más vulnerables y manejables.
Recuerda que tú puedes sanar tu vida, tú puedes manejar tu tiempo. Recuerda que para poder expandir el tiempo hay que centrarse en el momento presente, sin pensar en el mañana o en el tiempo pasado , así que si quieres ganarle a partida al tiempo, ve despacio, aquieta tu mente y conseguirás claridad, céntrate en cada cosa que hagas. Merece la pena vivir consciente de todo pensamiento, palabra y acción.
Únicamente puede haber un cambio de consciencia cuando estás en ese “tiempo del no tiempo”, cuando estás en el centro, en el vacío cuántico, en el “momentum” y este te conecta con la realidad y sales de la ensoñación.
Mientras tanto observemos todo ruido y todo juego de nuestra mente.
© Luhema
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