No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Quien haya tenido un dolor tan grande como para llorar hasta no tener lágrimas, sabe muy bien que en un cierto punto se llega a una especie de tranquila melancolía, una especie de calma, casi la certeza de que no pasará nada más.
Una especie de limbo en el que se pierde el sentido...
Luhema
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Excelente .... muy humano !
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