No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
¿Puede una persona, solo con su mirada, causar el mal a otra? ¿Es posible que alguien enferme, caiga sobre él la mala suerte o, incluso, ser víctima de dolencias inexplicables, por culpa de un "mal de ojo"? Esta noche hablaremos de esta creencia popular tan arraigada en nuestra cultura con
Begoña Beneito
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