No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
La mujer libre que ha aprendido de las experiencias de su propia vida camina sin ofender y sin creerse mejor que nadie. Ella no necesita de artimañas ni enredos. La mujer que es de espíritu libre camina transparente, siendo auténtica, porque no tienen nada que ocultar. La mujer que se conoce, sostiene la mirada, va por la vida abriendo caminos, iluminándolos. Puede parecer un tanto loca, pero lo justo para no aceptar las ataduras de los cuerdos. La sombra de Afrodita. Begoña Beneito Luhema