No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
QUE NADIE TE BAJE EL ÁNIMO.
Seguro que te ha pasado esto; has
salido a la calle con buena disposición y te has encontrado con alguien que te
ha hecho un comentario, por ejemplo “te veo pálida, o que mal te sienta el vestido o el peinado” y bien, automáticamente te baja la
moral.
Está claro que para no sentir rabia ante lo que te acaban de
decir, para no sentirte inferior y acabar cogiéndole manía a esa persona y para
que no te baje la autoestima hay que tener muy clara una cosa y es, valorarse.
Un comentario puede ser malintencionado
o tal vez no, y por supuesto este tipo de opiniones son el reflejo de alguna
carencia de la persona que lo emite. Pero te digo más, no hay que rechazar a la
persona, ni juzgarla por su comportamiento porque quizá esté herido, necesitado
de afecto. Piensa esto en profundidad.
Me aprueben o no como soy yo, la
sensación que tengo al escuchar ciertas cosas para desvalorarme me limitan, y
tienen que resbalarte, porque tú eres el que más se conoce a sí mismo.
No caigas en la trampa de lo que
los demás puedan opinar de ti o decirte. No entres en ideas limitadoras que
otros quieran inocularte. Nos servimos
de reflejo los unos con los otros, así que en esas ocasiones tienes la
oportunidad de brillar con luz propia. Tampoco se trata de huir de ese
comentario, y si te molesta en exceso y si tienes confianza, pregúntale el
porqué de tanto dolor, por qué la falta de sensibilidad, por qué utiliza
palabras que emocionalmente son como cuchillos afilados.
Cuando se integra una conciencia de dimensión elevada todo se experimenta desde la unicidad y no tiene cabida ese tipo de acciones.
Cuando se integra una conciencia de dimensión elevada todo se experimenta desde la unicidad y no tiene cabida ese tipo de acciones.
Cuando somos capaces de sentir y
recoger nuestros sentimientos, pensamientos y actitudes generando armonía, paz,
sosiego, tranquilidad, alegría y respeto, automáticamente se sale de los cauces
estrechos de la mente y decides transitar por la vía del corazón y entonces
estás yendo por otra línea de tiempo que nada tiene que ver con la vieja
energía de hacer sentir mal a otra persona
consciente o inconscientemente.
©Luhema
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