No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Seguro que en alguna que otra ocasión pensamos que el
destino está conspirando contra uno mismo porque cuando se quiere salir de
alguna situación tensa, encontramos más tensión, cuando se está harto de cierta situación no deja de
repetirse, cuando desearías dejar de encontrarte con ciertas personas,
comentarios, etc…, no sabes bien por qué motivo
están presentes una y otra vez y, es que como dice el refrán; “cuando no quieres caldo, tres tazas llenas”
¿verdad?
Pero en realidad no es que el universo, ni nada enrevesado conspire contra uno, sino que la realidad se manifiesta con toda su potencia cuando estamos atascados en una densidad determinada, y es que lo afín atrae a lo afín por una razón muy simple y sencilla, y es que todo aparece por algo, y nada desaparece de nosotros o de nuestro entorno hasta que nos haya enseñado lo que necesitamos saber.
Pero en realidad no es que el universo, ni nada enrevesado conspire contra uno, sino que la realidad se manifiesta con toda su potencia cuando estamos atascados en una densidad determinada, y es que lo afín atrae a lo afín por una razón muy simple y sencilla, y es que todo aparece por algo, y nada desaparece de nosotros o de nuestro entorno hasta que nos haya enseñado lo que necesitamos saber.
Comentarios
Publicar un comentario