El aroma de los libros… Hoy, cuando entré en mi despacho, encontré que el ambiente olía a flores y almendras, como si allí hubiese estado toda la noche una persona que perfumada de vainilla y mil flores dejó su rastro. Pero también se dibujó en mi mente la fascinación envolvente de la lectura, y es que, no sé si sabíais que los libros despiden un aroma particular. Seguro que si eres amante de ellos te gusta el olor a imprenta que desprenden cuando recién los hojeas. No obstante, son los libros con solera, los más antiguos, los que liberan moléculas aromáticas como el benzaldehído que su esencia se asemeja a las almendras y la vainillina que huele a vainilla. El etilbenceno y el touleno, que le dan un toque dulce, o el 2-etil hexanol de aroma ligeramente floral. Si las páginas de un libro son de algodón o de lino, el aroma surge del furfural que también huele a almendras dulces. Es a habitual ver en librerías antiguas libros cuyas hojas están amarillentas, esto es debido al paso d...
No te rindas ahora.
Sé que te han golpeado fuerte en la vida y te has levantado,
sé que has sufrido humillaciones, celos e incluso has sentido el borde afilado
de las malas lenguas. Te has sentido solo, y aunque no lo sepas o no lo veas
eres más fuerte de lo que te piensas porque has seguido tu camino a pesar de
todo.
Si has llegado a donde estás es por tu valentía, por tu
tesón, y también porque has aprendido a correr un tupido velo ante las humillaciones
finitas de los hombres.
Si has llegado hasta aquí es porque has irradiado la
suficiente luz para alejarte de la mentira, de lo mundano y de los egos manipuladores.
Ahora bien, para seguir adelante, con fortaleza con humildad
y con sabiduría debes darte cuenta que todos aquellos que pusieron una piedra
en tu camino te enseñaron, te pusieron a prueba, y por mucho que te cueste, bendícelos
de corazón para poner fin a encuentros futuros de desazón. Si estás dónde estás es porque has escuchado a tu ser, a tu
esencia.
Que no te afecten las envidias. Fíjate dónde estás, si has llegado hasta aquí es por algo.
©Luhema
No pretendo ensalzar el orgullo ni el ego de nadie con este
texto, pero sé que hay personas que pierden su autoestima fácilmente y no valoran suficientemente el camino recorrido, piensan que todo o gran
parte de haber conseguido sus sueños ha sido producto del azar (cosa para mí
cuestionable), o que están en deuda infinita con alguien (cosa también
cuestionable)
Cuando digo esto:<< Si has llegado a donde estás es por tu valentía, por tu tesón y también porque has aprendido a correr un tupido velo ante las humillaciones finitas de los hombres>>. No es para que te sientas arrogante, superior..., es para que sigas en el camino de la autoestima, que no equivale a ser mejor que nadie, sino dar el salto hacia ese quererse, que no es pecado, que no es egoísmo, sino tener la capacidad de dar al mundo lo que uno es en esencia. ¡Recuerda; para eso vinimos entre otras cosas!
Cuando digo esto:<< Si has llegado a donde estás es por tu valentía, por tu tesón y también porque has aprendido a correr un tupido velo ante las humillaciones finitas de los hombres>>. No es para que te sientas arrogante, superior..., es para que sigas en el camino de la autoestima, que no equivale a ser mejor que nadie, sino dar el salto hacia ese quererse, que no es pecado, que no es egoísmo, sino tener la capacidad de dar al mundo lo que uno es en esencia. ¡Recuerda; para eso vinimos entre otras cosas!
Cuando uno se hace consciente de todo por lo que ha tenido
que pasar, lo bueno y lo menos bueno y eso le sirve para recapacitar y para
sanar se confiere el respeto a uno mismo, por lo tanto a los demás. Por eso hay que estar agradecido, inclusive a los que nos pusieron piedras en el camino, porque ellos nos hicieron abrir muchas veces los ojos. Agradece y sana porque todo lo vivido hace que te expandas más en el ser luminoso que eres.
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