No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
(Foto de Brooke-Shaden)
Carlos Castañeda
Las enseñanzas de Don Juan (1968)
Cada camino es uno entre un millón. Por ende, no hay que
olvidar que un camino no es más que eso.
Si piensas que no debes seguirlo, no te quedes en él bajo
ninguna circunstancia.
Un camino no es más que un camino. Que lo abandones cuando
tu corazón así te lo indique no significa ningún desaire a ti mismo ni a los
demás. Pero tu decisión de seguir esa senda o apartarte de ella no debe ser
producto del temor ni de la ambición.
Te advierto: examina cada camino atentamente.
Pruébalo tantas veces como te parezca necesario.
Luego hazte esta pregunta: ¿Tiene corazón este camino?
Todos los caminos son iguales, no llevan a ningún lado.
Atraviesan la maleza, se internan o van por debajo de ella.
Si ese camino tiene corazón, entonces es bueno. De lo
contrario, no te servirá de nada.
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