No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Regálate tiempo, regálate descanso (para el cuerpo, para la mente, para el espíritu), porque llevas mucho
tiempo haciendo malabarismos, destilando
emociones, resolviendo asuntos
pendientes, lidiando entre tu vida interior y lo que cotidianamente respiras,
entre la casa y los hijos, entre tú y tu pareja, sobrellevando el trabajo y
dedicando tiempo a entender los cambios que están sucediendo en tu vida,
coleccionando técnicas de unos y de
otros que dicen que te ayudarán a resolver tus problemas… y, que de nada te
sirven.
¡ Llevas demasiado tiempo dispersa, disperso!
Recuerda que la
espiritualidad empieza y termina en la tierra.
Ve más allá… y profundiza
en esto;
Tienes todo lo que necesitas en
cada instante y en cada lugar.
Descansa tantas veces como te sea necesario.
Abandona la senda por un instante y siente…,
Hazlo con los pies descalzos,
con la mente vacía,
con el corazón abierto.
Recoge toda tu energía dispersa,
cada lágrima,
cada desesperación,
y acúnalas.
¡Shhh!..., que el
silencio te espera.
Haz un alto en el camino, recupera las fuerzas y percibe
el aroma de rosas que emana de tu corazón, que cura las
heridas y que une tus pedacitos rotos.
Shhh, el silencio te espera.
Después todo cambiará
©Luhema
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