No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Muchas veces sentimos que no ocurre nada nuevo en nuestra vida, y deseamos que algo acontezca que nos motive, que nos active, pero cuando el cambio nos obliga a dar un paso adelante y lo nuevo y desconocido acecha nuestra vida sentimos cierta reticencia porque tenemos que abandonar nuestra zona de confort, y aventurarnos a vivir aquello que está a la vuelta de la esquina y que no divisamos con claridad.
Lo nuevo nos obliga a estar despiertos y a poner en marcha la intuición, nos obliga a confiar en nosotros, en la vida, pone a prueba la flexibilidad con la que podemos aceptar los cambios e inclusive, si somos capaces de apreciarlo, observaremos el grado de rigidez de mente, de inmovilismo, de convicciones, de moralismos en los que nos hemos edificado y que emergen saliendo a la superficie cuando la vida nos impulsa a cambiar de rumbo sí o sí.
Nuestra tarea es fluir con la vida.
Es importante tener en cuenta que la vida misma tiene avances, paradas, escapadas rápidas, retrocesos, pero todo está en continuo flujo con nuestra evolución y nuestro plan divino.
Así que confía en ti, en la vida, en el destino que vas forjándote, confía en el tu plan divino.
Nuestra tarea es fluir con la vida.
Todo el potencial está ahí contigo para desarrollarlo en cada etapa de tu vida.
Tienes que dar paso a lo nuevo , no sin antes desprenderte de aquello que te ata a lo que ya no es necesario.
Ábrete a las nuevas experiencias.
Cuando desees un cambio y éste se presente , ten en cuenta que necesitarás, fe, coraje, decisión y mucho amor para verte a ti misma muchas veces oculta tras los miedos y las indecisiones del camino.
©Luhema
Comentarios
Publicar un comentario