No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Le decían; calma “ten paciencia, todo pasará, es cuestión de
tiempo”.
Pero no le manifestaban ninguna razón de peso que la ayudara
a soportar aquello, tal vez porque nadie tenía las respuestas.
Y pensaba,- claro, ten
paciencia me dicen, es lo más socorrido,
si les estuviera pasando a ellos veríamos.
Y se resignaba y
aceptaba la situación con fe y esperanza pensando que todo pasaría tarde o temprano. Pero transcurría
el tiempo, y más tiempo, y las cosas continuaban igual, y su pregunta siempre
era la misma ¿hasta cuándo? ¿Por qué a mí?…
Se le estaba agotando la paciencia .Y la contestación que recibía siempre era la misma; ten
paciencia, hasta tal punto que un día no pudo más y pensó que aquello vendría
por una mala racha, porque alguien la querría mal, o que era una broma del
espíritu y que la estaban poniendo a prueba para ver hasta dónde era capaz de
soportar.
Entonces, lanzada al abismo de
la desesperación salió en busca de ayuda y enojada y muy cabreada con la situación que vivía
se enredaba más en su espesa amargura sin intuir que la clave estaba en vivir
esa etapa de su vida de forma distinta.
Anduvo por muchas sendas diferentes, preguntando
a pitonisas, haciendo infinidad de cosas
que le decían, pero nada, la situación no mejoraba, hasta que ya cansada de
buscar la forma de salir de aquello tuvo
un sueño esclarecedor.
- Y vio un muro blanco en que había escrito “Ten paciencia”…
-¿Más?, contestó ella para sus adentros.
-Sí, más, escuchó en
su consciencia.
-Más paciente para que
abras los ojos, paciente para que dejes pasar..., paciente para que te dejes sanar.
-Paciente
para que veas lo suficientemente lejos y para que tengas la confianza en el
resultado del proceso que se ha puesto en marcha para que tú renazcas con más
brillo, con más fortaleza.
Paciente porque todo
tiene su tiempo.
Aquella voz calmada insistió diciéndole;-Cada vez que pierdes la
paciencia te pierdes en el mundo, pierdes de vista la salida, pierdes de vista el gran conjunto de
cosas que están sucediendo para que todo se renueve, pierdes de vista el para qué...
Despertó de ese sueño con la impresión que ya había cambiado
su suerte, y en efecto así fue, cuando comprendió de qué se trababa la
paciencia y la impaciencia y de que aquellos momentos pasados fueron especiales,
enriquecedores, llenos de lecciones y de autoconocimiento de sí misma, entonces
vio la luz, comprendió y se hizo consciente del gran engranaje de la vida y del orden que hay en el caos.
Seguro que más de una
vez te han dicho, “ten paciencia” y
cuando insistentemente aparece esta palabra te desespera aún más
¿verdad?, porque no entiendes que todo se atasque tanto en tu vida, que tengas
que esperar, que aceptar . Y sé que como
persona inquieta necesitas respuestas, necesitas soluciones, necesitas tener
las cosas más claras.
Ahora ya sabes, que la paciencia no es aguantar pasivamente
sino tener la capacidad de ver lo bastante lejos como para confiar en el
proceso por el que puedas estar pasando.
© Luhema
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