El aroma de los libros… Hoy, cuando entré en mi despacho, encontré que el ambiente olía a flores y almendras, como si allí hubiese estado toda la noche una persona que perfumada de vainilla y mil flores dejó su rastro. Pero también se dibujó en mi mente la fascinación envolvente de la lectura, y es que, no sé si sabíais que los libros despiden un aroma particular. Seguro que si eres amante de ellos te gusta el olor a imprenta que desprenden cuando recién los hojeas. No obstante, son los libros con solera, los más antiguos, los que liberan moléculas aromáticas como el benzaldehído que su esencia se asemeja a las almendras y la vainillina que huele a vainilla. El etilbenceno y el touleno, que le dan un toque dulce, o el 2-etil hexanol de aroma ligeramente floral. Si las páginas de un libro son de algodón o de lino, el aroma surge del furfural que también huele a almendras dulces. Es a habitual ver en librerías antiguas libros cuyas hojas están amarillentas, esto es debido al paso d...
Mañana publicaré una sabia enseñanza del Buda sobre el
perdón. En realidad si llegáramos a esa compresión y liberación de la que nos habla,
no haría falta utilizar el perdón porque nada nos ofendería. Yo entiendo que no hay
nada que perdonar y mucho que comprender en nuestra vida, pero como todavía nos
movemos entre el ego ,la superioridad , el victimismo y la ignorancia os dejo
estas palabras de aliento. EL PERDÓN.
Cuando perdonas, te donas uno de los mayores regalos, salir del resquemor y resentimiento que te encierran en la desesperación.
Perdonar es donarnos liberación y también darla al otro.
Perdonar no significa que olvidemos las ofensas o las
injusticias, perdonar es don de haber comprendido.
Así que es importante que
tengas en cuenta que el perdón no cambia
el pasado pero sí el futuro.
©Luhema
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