No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
No sé si te habrás dado cuenta, pero ahora hay un nuevo lenguaje que está por encima de toda expresión y que se está desarrollando vertiginosamente.
Cuando intentas comunicarte con otra persona tienes que hablar su mismo idioma para entenderte, pero hay otro lenguaje que transciende al habitual y que va más allá de la mente. Es un lenguaje de sabiduría, de conexión álmica, y de propósito espiritual, y uno de sus atributos es que no se puede engañar, ni mentir y tampoco se puede escapar a los auténticos sentimientos. ¿Te habías dado cuenta de esta nueva forma de comunicación?...
TRASPASAR EL LENGUAJE
Es curioso, pero cuando he estado en algún país en el que no he entendido el idioma, la percepción interna ha cobrado más relevancia. Escuchar y observar se ha puesto en el primer plano ya que era imposible entender una conversación, y hay que ver lo que se descubre cuando no tienes ni idea de lo que te están diciendo.
Primero miras más a los ojos, por lo tanto se abre un mundo nuevo de sensaciones, después te dejas llevar por el tono de la voz, por los gestos, por la sonrisa. Se descubre un poder más dulce y que está disponible sin importar si entendemos o no. Este poder se inicia en el corazón, y sin esfuerzo entendemos.
Sé que alguna que otra vez, y por mil y una escusa; las prisas, las pocas ganas,etc…, en nuestras conversaciones con los demás, no escuchamos, pocas veces miramos a los ojos y nuestro raciocinio tiende a interpretar las palabras de los demás, por ello nos volvemos irascibles, frustrados, nos sentimos incomprendidos, invisibles y hablamos altísimo para ver si así podemos atravesar la niebla de las interpretaciones equivocadas.
Cuando no entendemos el lenguaje, la interpretación que le damos atraviesa las palabras, dejamos a un lado el significado de las frases, de la cultura, de la religión, de lo que nos separa, y el NO TE ENTIENDO, se convierte en estoy aquí frente a ti en este momento, voy a hacer lo posible por explicarme y eso es lo único válido en una comunicación, sentirnos uno a otro mostrar lo que hay en el interior y llegar a apreciar el alma noble. He llegado a entenderme más con personas que no hablaban mi idioma, que con muchas otras que ni siquiera hacen el intento de escuchar. Así que he llegado a la conclusión que el entendimiento entre personas no tiene nada que ver con poder comunicarse, sino con tener ganas de entenderse, con dejar a un lado las interpretaciones que puede dar nuestra mente arquetípica, porque el único lenguaje posible para vibrar en la armonía es el que se emite desde el mismo corazón.
©Luhema
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