No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Cuando alguien está siempre enojado, de mal humor, suele ser por el resultado de una serie de sentimientos no expresados que se amontonan dentro hasta que por fin estallan. Siempre es mucho mejor comunicar nuestros sentimientos que reprimirlos. Las verdaderas relaciones ya sean de amigos, de pareja o de familia exigen una comunicación sincera, por más dolorosa que sea o por más miedo que cause.
Nos creamos una recia armadura que nos debilita y con ello generamos un montón de miedo que se apodera de nosotros. Hay que liberar esa energía, porque el enojo o la rabia vuelta hacia fuera es solo eso, pero peor es tragar ese sentimiento porque se convierte en enfermedad. Lo mágico sería comenzar diciendo: «estoy enojado, pero quisiera no estarlo» de esta manera se asume la responsabilidad de tus sentimientos y esa forma de comunicación o de conversación puede convertirse en el poder curativo de las relaciones.
©Luhema
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