No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Cuando el mundo te pese demasiado.
Dedicado a todas esas mujeres y hombres que están pasando por un bache en su vida.
«No soy un ave fénix
que renace de sus cenizas, sino una mujer con una fuerza brutal que logró salir
de los infiernos».
Chavela
Vargas
Sé que te sientes débil, que algunas noches se hacen demasiado largas, que el miedo te araña, que ya dejaste de preguntarte; por qué a ti y por qué en este momento. Y que la rabia dejó paso al llanto. Sé que no puedes más, lo sé y sé que te sientes morir por dentro y que por momentos tienes ganas de tirar la toalla, de abandonar esta lucha, pero; ¡y si te dijera que la luz vence a la oscuridad siempre, y que cuando lo ves todo negro es cuando está apunto de amanecer! Puede que estas palabras que voy a decirte a continuación no las entiendas, pero, qué precioso sería recordar nuestros acuerdos del alma, porque así podríamos comprender más por lo que estamos pasando.
Cuando el mundo te pese, cuando tengas ganas de rendirte, cierra los ojos y pon la mano en tu pecho, y siente los latidos de tu corazón porque ese sentir te aportará paz interior que es el mayor bálsamo con el que contamos. Siente que no todo en tu vida ha sido difícil, que te has reído con todas tus ganas, que sigues amando, que siempre valió la pena, todo y, que no eres débil sino todo lo contrario… Ahora mismo en ese silencio puedo verte, no hacen falta más palabras, puedo sentirte, pues hay un lenguaje universal en el silencio que nos acerca, porque todos estamos hechos de la misma esencia, de ese polvo de estrellas, esas mismas que nos iluminan en las noches oscuras del alma y a las que miramos esperanzados y a las que contamos nuestros secretos y nuestros anhelos. Así que sigue adelante, sécate las lágrimas, abrázate bien fuerte y honra el proceso por el que estás pasando, porque hasta en lo más profundo del abismo te habitas y sin apenas pensarlo allí la vida te regala enseñanzas para volver a construirte más ligera, más liviana, con menos cargas y con los ojos llenos de una luz similar al brillo de las estrellas en el firmamento.
Cuando te parezca que el camino es oscuro recuerda que tú eres la luz.
© Luhema
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