No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Eres lo que aprendes en épocas difíciles…
Pues si por lo que estamos pasando no es aprendizaje, que baje Dios y lo vea, ya que vivimos unos tiempos fuera de lo común, unos tiempos en los que el cambio climático está haciendo estragos, unos tiempos difíciles en lo concerniente a la salud por la pandemia que estamos padeciendo toda la humanidad, y ni que decir tiene cómo se encuentra la economía de muchas familias que privadas de lo básico han tenido que refugiarse en las ayudas y en los bancos de alimentos. Y seguimos con la larga lista de aprendizajes porque en lo referente a las relaciones sociales hemos experimentado mucho dolor, pues como bien sabemos todos, estamos privados de la vida como la entendíamos antes, los besos, los abrazos, las reuniones…, y por supuesto el aprendizaje más arrasador viene dado por la relación que tenemos con nosotros mismos, con nuestras emociones y sentimientos alborotados por la situación actual.
A todos se nos desmontó la vida, los planes que teníamos. Todos hemos experimentado y lo seguimos haciendo una de las mayores crisis de nuestra vida. Muchos tendrán que empezar de cero, de cero en lo emocional por las pérdidas familiares, de cero en lo económico, de cero porque su corazón se congeló por no poder abrazar a los seres queridos, pero esto no significa el fin, sino la oportunidad de aprender en épocas difíciles.
Todas las crisis te rompen, te quiebran quizá para que germinemos y salgamos de lo superficial y surjan nuevas energías, pero todavía me encuentro con personas que lo único que les importa son ellos y solo ellos, ya que me dicen que si volvieran a confinarlos se volverían locos por no poder salir a dar un paseo, o a relacionarse con la gente, y pienso; qué tristeza… Tienen salud, tienen alimentos, tienen un techo, pero no se tienen a sí mismos, se enfurecen porque no pueden estar con los hijos, no pueden estar en silencio, les aterra estar en casa, las cuatro paredes se los comen, no llegan a escucharse porque tienen demasiado ruido en su mente. Pienso que hace mucha falta enseñarse a estar con uno mismo, pienso que hace mucha falta una reflexión sincera y aceptar la situación, pienso que hay que empatizar y no quejarse tanto por lo que a uno le pasa y abrir el corazón. Pienso que la gente se está desgastando, cansando de esta situación y que pierden el norte.
Sé que todo esto está doliendo y mucho pero no perdamos la esperanza jamás y seamos responsables, además ya os digo que este tiempo es uno de los más valiosos para conocerse, conectar con tu magia interna, y aprender de la vida.
Ojalá aprendamos a ver, reconocer y alegrarnos de vivir las cosas simples que nos ofrece la vida. Ojalá aprendamos a rescatarnos de nuestra ansiedad y miedo. Ojalá descubramos que todos los que se fueron siguen estando en nuestros corazones. Ojalá podamos ver en la mirada cansada de los sanitarios la esperanza en la vida.
Ojalá tú te abrazaras más y te perdonaras más por encima de muchas otras cosas. Ojalá tú te juzgaras menos y te quisieras más. Ojalá pudieras estar en paz contigo mismo y si llega el día en el que te vuelvan a confinar no te vuelvas loco. Aprender no es fácil pero sí muy revelador.
©Luhema
Excelente, cómo siempre.
ResponderEliminar