No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Céntrate en tu vida.
¿Por qué siempre se busca el defecto en el otro? ¿Por qué nos arrastra la crítica negativa? ¿Por qué nos gusta juzgar la vida de los demás? Y, ¿por qué no nos paramos a pensar antes de acometer estos actos? A veces me pregunto; ¿tan inconscientes somos? ¿Qué nos mueve a ser de este modo?
Hablamos sin tener ni idea y sin saber por dónde está pasando el otro. Sin conocer si tiene problemas emocionales, económicos o de salud. Hablamos sin pensar si nuestras palabras sobrepasan el límite del respeto, sin pensar si utilizamos un vocabulario que hiere como cuchillo afilado la piel del que es más sensible. Casi nunca nos ponemos en el pellejo del otro, porque inconscientemente se piensa que, —bastante tengo yo con lo mío para ir empatizando—.
Parece que cuando señalamos lo negativo de los otros, los defectos de los demás, somos mejores que ellos o más ejemplares, y creemos que estamos por encima del bien y del mal.
Mi consejo si es que me lo permites es el siguiente; Céntrate en tu vida, comienza a ensalzar lo bello de las personas y se amable, porque con esa actitud puedes incluso hasta salvarle la vida a alguien o alegrarle el día. Sé constructivo, te irá mucho mejor en la vida.
©Luhema
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