Hace tiempo que no escribo para el blog ya que estoy un tanto liada con otros asuntos que también tienen que ver con mi profesión de escritora.
Bueno este post, va de algo muy curioso.
¿Os habéis preguntado, o por qué se dice que los gatos tienen siete vidas? ¿Será cierta esta creencia? Porque igual no son siete vidas las que tenga, sino más…
Lo curioso del tema es que no solo tiene siete vidas, sino nueve y, en las leyendas turcas o árabes el gato solo cuenta con seis vidas.
A día de hoy, todos tenemos claro que, eso de que un gato tiene siete vidas no es más que un mito. Al menos deberíamos tenerlo, pero claro está, ellos tienen bastante facilidad para caer sin hacerse daño y esto puede salvarles la vida en ocasiones en las que otros animales, quedarían gravemente heridos
No me digáis que los gatos no tienen algo especialmente atractivo. Unos los aman, a otros no les hace ninguna gracia, o les tienen alergia, además de que están en el imaginario colectivo de todos los tiempos y se les ha relacionado con la bruja, con la vieja anciana del bosque, con el diablo, con el mal, con la mala suerte, con la superstición, con la magia, la brujería. Pero el gato también ha sido adorado en las diferentes culturas. Ni que decir tiene que en Egipto era representado por Bastet, en Grecia se veneraba y también en la india y en otras muchas partes del mundo.
En la mitología del antiguo Egipto, la figura gatuna era considerada como sagrada, de hecho, la diosa Bastet, representada con cabeza de gato era la diosa del amor, diosa felina del placer y guardiana ante los espíritus malignos y como protectora del hogar. Además, se pensaba que ayudaba a la fecundidad tanto de los hombres como de los animales, que curaba todo tipo de enfermedades y que velaba por las almas de todos los muertos.
Pues bien, en el antiguo Egipto encontramos la Pesedyet, una palabra que más tarde los griegos llamarían Enéada que, es decir, nueve. La Enéada o Pesedyet nos habla de los nueve dioses que conforman la cosmogonía Egipcia: Atum, Shu, Tefnut, Nut, Geb, Isis, Osiris, Neftis y Seth.
Según el mito, el dios solar Atum-Ra se unió a los otros ocho dioses tomando la forma de un gato y, desde luego, adoptando las nueve vidas de los nueve dioses. De ahí, se explica no solo que el gato fuera sagrado entre los egipcios, pero también se explicaría el origen de la creencia de que los gatos tienen nueve vidas.
Pero, ¿por qué hemos escuchado que un gato tiene siete vidas? ¿Dónde perdió las otras dos?
Difícil respuesta, no obstante, se puede dar una respuesta si nos remontamos al estudio de la numerología ya que el número 7 es un número mágico; siete son los pecados capitales, siete son las maravillas del mundo, siete son los días de la semana, siete son los colores del arcoíris, Dios descansó el séptimo día. Aunque el 7 se compone del número 3; número sagrado y el 4 número terrenal, es decir el siete es un número que está entre lo sagrado y lo terrenal. De ahí podíamos hacer la similitud de que el gato con sus siete vidas está entre lo sagrado y lo mundano.
Otra teoría se inclina por pensar que los gatos son criaturas con poderes mágicos, capaces de percibir un nivel sensorial mucho más avanzado que las personas. De hecho, se dice que tienen siete niveles de conciencia.
Sea como fuere, los felinos tienen un halo de misterio que nos atrapa a muchos.
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