El aroma de los libros… Hoy, cuando entré en mi despacho, encontré que el ambiente olía a flores y almendras, como si allí hubiese estado toda la noche una persona que perfumada de vainilla y mil flores dejó su rastro. Pero también se dibujó en mi mente la fascinación envolvente de la lectura, y es que, no sé si sabíais que los libros despiden un aroma particular. Seguro que si eres amante de ellos te gusta el olor a imprenta que desprenden cuando recién los hojeas. No obstante, son los libros con solera, los más antiguos, los que liberan moléculas aromáticas como el benzaldehído que su esencia se asemeja a las almendras y la vainillina que huele a vainilla. El etilbenceno y el touleno, que le dan un toque dulce, o el 2-etil hexanol de aroma ligeramente floral. Si las páginas de un libro son de algodón o de lino, el aroma surge del furfural que también huele a almendras dulces. Es a habitual ver en librerías antiguas libros cuyas hojas están amarillentas, esto es debido al paso d...
Vete ansiedad, no eres bienvenida ni en mi mente ni en mi hogar. No molestes a los fieles porque la luz de la verdad está en ellos. Que recen.
La luz entra en el corazón del creyente, ilumina los caminos oscuros, además, nutre las almas sedientas y la llena de pureza.
Ojos míos, no estéis tristes porque paséis la noche en vela y contentaos con la belleza divina de nuestro universo, disfrutad de su luz que emerge de quienes creen, de todos ellos.
Permanece despierta, alma sedienta de amor verdadero, reza, sométete...Hazlo, es lo que espera de ti el creador. Todo en este mundo es transitorio, rezar es el alimento del alma y es lo único que puede salvar nuestra vida...
La luz de la justicia de Al-lāh penetra la oscuridad, la inunda de amor. Al-lāh solo puedo rogarte dame paz porque mi alma está herida, escucha mi ruego y muéstrame el camino correcto. Llenas mi corazón de la más pura fe, sé que esta noche será oscura. Cuida de mí otórgame tu serenidad, hoy, bendíceme para superar la pérdida de mi hermano, mi compañero. Hazme ver que esto es lo correcto. Perdóname. Tú que creaste todas las cosas dale consuelo a tu humilde servidor Solimán. De corazón débil, que desea y necesita tu infinito y bondadoso perdón.
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