No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
El 4 de enero de 2021, falleció, a los 98 años, Helga Weyhe Sander Rorret, la librera más anciana de Alemania, que regentaba una de las librerías más antiguas de este país.
Hay todo un universo alrededor de los libros, comenzando por la editorial, los correctores, los maquetadores, la imprenta, los libreros, los distribuidores, y nuestro trabajo. No nos olvidemos que detrás de todas esas palabras que contienen los libros hay una o varias personas; los escritores o escritor que ha dedicado numerosas horas, días, semanas, meses, años a investigar, recopilar, estudiar y plasmar en el papel esa idea, esas experiencias. Pero hoy en día vamos a un ritmo tan vertiginoso que un libro que hace seis meses que salió — ¡qué digo! ni tres meses—, ya se quedó atrás, pues en nuestro país se editan una gran cantidad de obras literarias, y además para que esté visible y ocupe un espacio en «esa mesa de novedades», tiene que pegar fuerte, o sea, tiene que ser Top, porque si no es así pasará directamente a la estantería de la librería en el mejor de los casos.
Yo como lectora, cuando entro en estos mágicos y encantados lugares, porque lo son para los amantes de la lectura, y me refiero a las librerías, me recreo, me fascina sentir el olor tan característico de los libros, escaneo las estanterías en busca de aquellos títulos que son atractivos, acaricio las portadas para percibir la sensibilidad de ese mini universo, leo las contraportadas, hojeo las páginas, leo al azar algunos de los párrafos esperando que me lleguen a algún rinconcito de mi alma y que me diga, ¡este es el que tiene un mensaje para mí!
Hay muy buenas historias esperando a ser leídas, aquellos libros que cuestan tanto de encontrar, que están descatalogados, que son joyas y que cuando los encuentras en alguna feria, en alguna librería antigua, es como si hubieses encontrado un gran tesoro.
No dejemos que caigan en el olvido libros que tienen alma, que contienen buenas historias, por eso me gusta compartir los títulos que leo y recomendarlos e incluso entrevistar a sus autores.
Cuando lees no pierdes el tiempo y los libros no caen el olvido, sino que entran en tu memoria y hasta te dejan huella.
Yo por ejemplo, cuando recorro mi biblioteca personal, recuerdo cuándo leí cada libro, qué pensamientos pasaban por mi mente en esos instantes, y el regalo que obtuve de ellos… Otro día os contaré más cositas.
Comentarios
Publicar un comentario