No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
¡Cuántas personas pretenden cambiar el mundo sin cambiar, sin
cambiarse a sí mismas!
¡Cuántas personas quieren curar al mundo sin sanarse a sí
mismas!
¡Cuántas personas pretenden educar sin antes educarse!
¡Cuántas personas ven los defectos en los demás sin ver los
suyos!
¡Cuántas personas ven
las soluciones para los demás y no pueden arreglar sus problemas!
No puedes pretender cambiar el mundo sin antes cambiarte a
ti mismo, pero quizá cuando te conozcas ya no sea tan
importante cambiar el mundo sino otras cosas más pequeñas, más próximas...
Recuerda que únicamente cuando te transformas, transformas
porque has llegado a conocerte, porque tu maestro interior se encuentra dentro
de ti y se cura a través de ti.
Recuerda que todo es mucho más sencillo cuando nos des-cubrimos.
©Luhema
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