No amo a mis amigos ni con el corazón ni con la mente. Por si el corazón dejara de latir, o mi mente me fallara y te pudiera olvidar. Los amo con el alma. El alma no deja de ser, tampoco olvida. Rumi. ¿No os parece precioso?...
Cambia todo cambia,
Como decía la canción de Mercedes Sosa «cambia todo cambia…»
Y aunque parezca mentira y pienses que tu vida está estancada, atiende a estas mis palabras.
Hoy en tu vida todo es diferente, porque tú eres diferente, porque has evolucionado, porque has pasado por experiencias de vida que solo tú conoces.
Primero, y estoy convencida de ello que, empiezas a entrever que nosotros somos los que condicionamos nuestras vidas. Hasta hace muy poquito tiempo pensábamos que la culpa siempre estaba fuera de nosotros.
Ahora asimilamos que las diferentes formas de pensamiento y las diferentes creencias acarrean efectos, y que lo que sembramos en el presente, nuestras reflexiones, nuestros sentimientos, serán la semilla del futuro y ¡fíjate!, tan solo conocer este axioma nos concede un grado de responsabilidad y de libertad muy superior al que tuvimos tiempo atrás.
Ahora todas nuestras experiencias vividas, las reconocemos como parte de nuestro aprendizaje, y además nosotros optamos si ahora las seguimos abrazando desde el dolor o desde la comprensión de lo sucedido, y además ahora podemos concedernos el propio perdón si es el caso. De esta forma, al analizarnos, cuando volvamos a tener experiencias traumáticas nuestro nivel de consciencia será distinto y distintas serán las emociones que albergaremos.
Ahora nos permitimos sentir y, lo mejor de todo, reconocer en nosotros los episodios de dolor, tristeza e ira, porque ahora somos conscientes que tras esas emociones densas se encuentra también una lección de vida y un maestro.
Ahora tenemos la experiencia de rastrear, rastrear nuestros comportamientos, nuestro ego, rastrear para poder identificar el deseo que nos origina el sufrimiento o la insatisfacción, y por lo menos damos el primer paso para reconocer las causas de nuestra irritabilidad.
Así que, reconocer y reducir las posibilidades de autoengaño ya implica liberación y despertar. Eso antes, tiempo atrás, quizá unos años atrás, era impensable.
La paz y el bienestar los encontraremos en la aceptación de cada momento aunque sea desagradable y aunque no sea lo que esperábamos, y eso hoy lo sabemos e intentamos ponerlo en práctica. ¿Ves cómo todo ahora es distinto? ¿Ves cómo está tu nivel de consciencia ahora? ¿Además te has dado cuenta que cada vez más personas están siendo conscientes de estos cambios?
Todo esto está sucediendo… Y aunque todavía queda mucho camino por andar, solo me queda decir; sigo confiando en aquel proyecto que se planteó para la humanidad.
Sigo creyendo en que se puede dar ese salto cuántico. Gracias, Gracias Gracias.
©Luhema
Comentarios
Publicar un comentario